Se distingue de los otros carnavales del país y del mundo, porque aquí la diversión se ofrece al ritmo de “banda”; la música de la tambora regional que de Sinaloa ha trascendido al mundo a través de lo que hoy se llama “la onda grupera”. Además, el programa de esta fiesta, como caso excepcional, incluye actividades de carácter cultural (certámenes de poesía, premio de literatura y espectáculos de enorme calidad artística), con los que la fiesta se extiende a todos sectores de la población y abarca toda la gama de gustos de los porteños y de los turistas.