Puebla conserva ese viejo aire de provincia en los jardines y plazas de su Centro Histórico; hacen que el tiempo se detenga y sobran las oportunidades para sentarse en una banca a leer el periódico o simplemente a ver la vida pasar, disfrutar de un helado o ir en busca de antojitos para el almuerzo. Visita el Zócalo poblano, donde se encuentra la bella fuente de San Miguel, con los cafés en sus portales y los restaurantes de sus terrazas.